En estos días, el Dalai Lama está de gira por sudamérica. El mensaje que está llevando es sencillo, cómodo y agradable: "No cambies de religión". Lo importante es practicar la religión, dice el Dalai Lama. Dice que no hay razón para las divisiones y el fanatismo. Al mismo tiempo, el Concilio Mundial de Iglesias (CMI) está buscando un código de conducta común sobre las conversiones religiosas. ¿Quién se anotará los tantos? En medio de todo este lío de noticias, me vienen a la mente varios textos de la Biblia:"Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos." (Mateo 24:24). Por otro lado, el aóstol Pablo nos advierte que hay "un cuerpo, un Espíritu... un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos" (Efesios 4:4-6). ¿Es un capricho de Pablo? ¿Es que Pablo se equivocó al ser "proselitista"? ¿Por qué en Apocalipsis se insiste que el pueblo escogido de Dios es aquél que guarda sus mandamientos (Apocalipsis 12:17; 14:12; 22:14)? No, si quizás tengamos que hacer que Dios rectifique y publique una "fe de erratas" de la Biblia...
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Susaida -